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Historias de Blair Dame – Historia#3 : “La Guerrera Caritativa”

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Historias de Blair Dame – Historia#3 : “La Guerrera Caritativa”
   
 


Historias de Blair Dame – Historia#3 : “La Guerrera Caritativa”  Blair_20

     
   
Escrito por: capc

1.- Cabe señalar que esta es una historia que no está dentro del canon de los personajes tanto de la Co. ARIKA como de la Co. Capcom.

2.- Todos los derechos reservados y demás pertenecen a la(s) compañía(s)/persona(s) que crearon a los personajes, imágenes y demás que se mencionan, muestran en estas historias creadas por mi persona.

3.- Son historias que comparto sin fines de lucro, solo para mostrar mi arte a las personas que les gusta leer historias de personajes del mundo de las luchas de estos videos juegos de peleas.






Historias de Blair Dame – Historia#3 : “La Guerrera Caritativa”




I
Después de haber pasado unos días en la mansión de Ken Masters, Ryu y Blair se despiden de Ken y de su esposa. - Hasta que el destino nos vuelva a juntar, amigo – le dijo el guerrero norteamericano de la fina camisa roja y saco blanco, quien cruza su brazo derecho con el de su amigo Ryu, con un fuerte apretón de manos. Luego el millonario hombre de las pobladas cejas negras atisba a la exuberante guerrera de la blanca piel y ojos verdes, y le dice: Cuando nos volvamos a ver, será en un campeonato de artes marciales… ahí te daré tu revancha… cuida a mi amigo… y también cuídate tú, ¿de acuerdo, Blair?. - No te preocupes, creo que mi fortachón amigo puede cuidarse por sí mismo… más bien, él debería ser como mi guardaespaldas, para que me proteja del peligro – dijo la mujer de los cabellos azules arqueando ambas cejas. Ken le muestra una mirada sincera, y le dice: No me refería a eso. Ella entiende lo que le quiere decir el hombre millonario de los pantalones blancos, y luego le dice: Entendí lo que me dijiste… yo respeto mucho a Ryu, y no haría algo que lastime su fuerte espíritu. La atractiva esposa de Ken le entrega algo a la compañera de aventuras de Ryu. ¿Y esto?, pregunta Blair quien mira el pequeño objeto que tenía en su mano izquierda. Es mi amiga, un símbolo de nuestra amistad, de las cuatro personas que nos estamos despidiendo… Que éste símbolo represente una amistad duradera donde quiera que nos encontremos, ¿de acuerdo?. Blair la mira con rostro afable a la mujer del vestido amarillo, y luego le dice: La llevare siempre conmigo.


II
Ya era pasado el mediodía, y ambos se encontraban en un puesto de comida rápida. ¿Y en que estás pensando, si se puede saber?, le pregunta Blair, quien estaba ingiriendo una comida de receta japonesa. El corpulento y extremadamente poderoso peleador del kimono blanco y cinta roja en la cabeza la mira, y le confía sus pensamientos. Después de escuchar lo que le dijo Ryu, ella le dice: ¿Sabes algo mi fortachón amigo?... a veces pienso que un ángel guerrero que encontramos en los libros cristianos, se encuentra dentro de tu alma… tienes un lado muy caritativo el cual tengo una gran curiosidad de conocerlo… ¿Cuál es nuestro destino?. Ryu le dice: La India… ahí nos dirigimos. - Muy bien, parece que de mujer acaudalada ahora seré una mujer caritativa – dijo ella con un poco de sorna, mientras extendía ambos brazos. Ryu la mira de manera especial, y le dice: Esa experiencia que adquirirás en tierras de extrema pobreza, te servirán para enriquecer vuestro espíritu. Ella vuelve a mirar con admiración al hombre de los pies desnudos, y luego le dice: No dudo que así será… Bien, por aquí cerca hay una agencia de viajes… compraré dos boletos de primera clase para la India. Ryu, quien ya habia terminado de ingerir su alimento, atisba a la mujer de los pantalones de vaquero azul y le dice: ¿Estas segura de querer viajar a ese país?, te podrías aburrir de estar alrededor de gente indigente. Ya te lo dije, mi fortachón amigo; quiero viajar a ese país, y experimentar la caridad. Ryu le asiente con la cabeza a la mujer quien lo miraba con respeto y admiración, y luego ambos caminan por la calle con dirección a la agencia de viajes.  


III  
Ahora Ryu y Blair ya estaban cerca de abordar el avión que los llevaría a su destino. - Lo siento, el señor no puede subir a bordo sin sus zapatos – les dijo una atractiva mujer quien tenía de uniforme una boina roja, una blusa blanca, y falda azul marino. La guerrera de los azules cabellos, blusa blanca y de ceñidos pantalones de vaqueros, se pone su mano izquierda en los labios mientras sonreía por lo dicho por la trabajadora de la aerolínea. Ryu quien veía como sonreía Blair, ya estaba un poco más acostumbrado a los malos ratos que les hacía pasar los empleados de las aerolíneas. Luego Blair le dice a la empleada de la aerolínea: ¿Podrías llamar a tu jefe un momento?. Después de la insistencia de Blair, se acerca el jefe de las aeromozas, y les dice: Buenas tardes, me comentaron su caso… como saben, nosotros solo seguimos las normas de la empresa… pero por tratarse de usted, señor Ryu, se hará una excepción… por favor, disculpen el atraso y pasen a abordar el avión. Ella lo mira al hombre del karategui blanco y le dice: Ser un hombre justiciero y reconocido por muchos tiene sus privilegios, ¿no lo crees así, mi fortachón amigo?. Ryu le dice: Si, el que me dejen subir al avión sin zapatos. Blair dibuja una mueca sonriendo con los labios, y luego ambos abordan la nave que los llevaría al país de la India.


IV
Ambos ya estaban en sus respetivos asientos. Blair estaba al lado de una de las ventanas de la nave, agarrando con ambas manos el fornido brazo del poderoso guerrero de la cinta roja en sus marrones cabellos oscuros, quien estaba cómodamente sentado, con la cabeza gacha y cavilando con los ojos cerrados. Oye, Ryu… ¿me oyes?. Ryu sale de su meditación, abre sus ojos cafés, mira el bello rostro de la guerrera eurorea, y le dice: ¿Si? ¿Qué ocurre?. La mujer del exuberante pecho y ojos verdes le dice: Bueno, quería saber, ¿si me piensas enseñar algo especial en nuestra visita a la india?. Ryu, quien se encontraba en una especie de relación sentimental con Blair Dame, le dice: Solo os diré… que lo que aprendáis en esos lugares de extrema pobreza, os servirá de mucho para enriquecer vuestro espíritu… Y es algo que te hará mejor peleadora de lo que eres, eso te lo aseguro. Ella muestra mirada un poco embobada mientras veía los ojos cafés del guerrero de la mirada madura, y luego le dice: Ya veo… veremos qué tan caritativa me vuelvo después de mi experiencia en aquellas tierras, mi querido fortachón. Ryu vuelve a cerrar sus ojos, y entra en un estado de meditación profunda. - Bueno, parece que ya no se puede conversar más con la montaña, así que escuchare un poco de agradable música – dijo Blair Dame, quien saca de su bolso un pequeño dispositivo de música, para luego colocarse sus blancos auriculares, para finalmente cerrar sus verdes ojos y relajarse por la agradable música.


V
Después de más de veinte horas de vuelo, el avión llega a su destino, el aeropuerto Indira Gandhi. Ambos caminan por la entrada, en donde se veían las mudras, las cuales representaban gestos con las manos. ¿Quieres comer algo?, le pregunta la mujer de los azules cabellos que estaba a la mano izquierda del corpulento guerrero japonés. Ryu, quien como Blair cargaba su bolso en su espalda, deja de mirar las enormes manos conocidas como mudras, atisba el bello rostro de la europea, y le dice: Preferiría comer llegando a nuestro destino. Sera como digas, mejor vamos a tomar un taxi, ¿te parece bien?. Él le asiente con la cabeza, en señal de conformidad. Ambos ya se encuentran fuera del llamativo aeropuerto. Un hombre de uniforme de taxista los aborda y le dice: ¿A dónde se dirige la bella dama y su acompañante?. Ryu le muestra un papel con una dirección. Si, conozco esa dirección… pero debo decirles que en ese lugar solo se respira podredumbre y es muy peligroso… ¿porque quisieran visitar un lugar tan deprimente?. - Tenemos nuestras razones mi amigo, ¿puede llevarnos, o no?, le pagaremos bien – le dijo la mujer de los pantalones de vaqueros ceñidos a la piel quien frotaba con los dedos de su mano derecha un par de billetes. Solo los puedo dejar en la empalizada cerca de la entrada a la aldea, ya que hay muchos robos en ese lugar. - Como también mucha gente en la pobreza y sufrimiento – le dijo el fornido hombre de los pies desnudos. El hombre de piel canela y gafas le dice a Ryu: Eso lo sé, mi amigo, ¿pero crees que eso les importa a esos carroñeros que cuidan aquella aldea?. Ryu le dice: Como le dijo mi compañera, le pagaremos bien… llévenos, por favor.


VI
Ya eran pasadas las dos de la tarde, y el vehículo amarillo llega a su destino. Blair después de pagarle al taxista, baja con Ryu del vehículo amarillo, y se dirigen a la gastada empalizada. La guerrera de los ojos verdes avizora a la distancia la aldea a la que se dirigen, luego mira los murales de ladrillo cerca de donde los dejó el taxi, en donde se veían todo tipo de grafitis obscenos, para finalmente mirar al hombre que estaba parado a su mano derecha y decirle: Dios mío, este lugar necesita todo un decorado, ¿no lo crees así?. Ryu mira a la mujer de la blusa blanca, la cual era corta y sin mangas, y le pregunta: ¿Tu sabes, porque lugares como éste no salen de su pobreza?. Ella mira la madura mirada del guerrero del karategui blanco, y sabe que la pregunta podría ser de examen. Por los malos manejos del gobernante del pueblo, supongo. Él le asiente con la cabeza, y luego le dice: La corrupción que hay en esta aldea, no permite que su gente salga de su pobreza… Ahora, será mejor que nos preparemos para lo que podamos encontrar en ese lugar. Ambos pasan la entrada, mientras son observados por curiosas miradas. Sujetos de piel canela, quienes rebanaban sus manzanas con sus dagas, miraban a los visitantes que habían ingresado a sus dominios, poniendo sus ojos en la exuberante mujer de la blanca piel. Ellos no se le acercan para abordarla, ya que, estaba muy bien acompañada por el hombre del karategui blanco, y solo atinan a arrojarle molestos silbidos, acompañados de risas. Ryu mira de reojo a los sujetos que se reían y silbaban a Blair Dame, pero no les presta importancia, y ambos se dirigen a la plaza a comprar alimento.


VII
Ella le dice: Por un momento pensé que ibas a defenderme. Ryu le dice: No fue necesario, habría sido innecesario perder mí tiempo con manzanas las cuales ya están podridas… Además, ninguno de ellos te habría podido derrotar. Blair le dice: Parece que quieres ver cómo les pateo el trasero a esos mal vivientes, ¿no es así?. Ryu la mira con algo de extrañeza, y luego le dice; Tu eres libre de hacer lo que quieras. Blair le dice: Bien, pues lo que quiero es que tú me esperes por aquellos puestos, mientras yo me divierto un poco con esos patanes, ¿de acuerdo?. Te esperare en el puesto de frutas… no demores. Ella esboza una mueca sonriendo, y luego se separa de Ryu, para luego tomar otra dirección, para finalmente dirigirse hacia la calle donde se encontraban los sujetos que hace unos minutos le faltaron el respeto. Ella decide meterse por un callejón en donde se olía a podredumbre, y en donde habían algunos mal vivientes que se asombraron de ver a la bella europea sola en ese lugar. En esa parte del callejón llegaba poca luz del día, en donde predominaban las sombras de los edificios, y en donde se veían las ropas de los aldeanos que colgaban de los cordeles de las plantas superiores de las humildes casas. Tres sujetos la empiezan a cercar a la atractiva mujer de los ceñidos pantalones de vaquero azul, mientras le decían obscenidades en su lengua hindú. Uno de los hombres de piel color canela que le sonreía, se disponía a agarrar con su maño derecha uno de los pechos de la guerrera de los azules cabellos, pero su mano es interceptada por la mano derecha de Blair, quien luego le dobla bruscamente tres de los cinco dedos de su mano, haciendo que el sujeto empiece a lanzar un grito de dolor, para luego maldecir a la exuberante mujer europea oriunda del país de mónaco. Blair, quien conocía un poco la lengua hindú, les dice a los dos hombres de piel canela y entrenados cuerpos: ¿Y bien? ¿Quién será el siguiente asno en terminar con los huesos fracturados?.        


VIII
Después de unos minutos de alejarse Blair de Ryu, el guerrero japonés se encontraba en un puesto de frutas dentro de la plaza, para luego apuntar su mirada hacia la calle en donde estaban los mismos sujetos que le faltaron el respeto a la peleadora europea minutos atras, y mientras masticaba una roja manzana, miraba lo que hacia la mujer de la blanca piel y azules cabellos. El zapato de taco negro que había salido disparado de la pierna izquierda de Blair le da de lleno en la boca de uno de los sujetos de navajas en mano, cayendo unas piezas dentales acompañadas del vital líquido rojizo sobre la tierra. El sujeto quien se tapaba la boca con su mano derecha, con sus compinches se alejaba de la europea quien les había demostrado el poder que encerraba en sus potentes piernas. Los niños y algunos ancianos aldeanos que presenciaron lo que hizo la guerrera de los brazaletes de plata empiezan a vitorearla en su lengua hindú. Uno de los niños de piel canela y ropas andrajosas se le acerca por detrás a la europea, y con su pequeño dedo de su mano derecha le toca a la altura del glúteo izquierdo de Blair, haciendo que ella voltee y mire al pequeño niño quien tenía una flor violeta en su mano izquierda. Ella arquea su bien trabajado cuerpo, con ambas manos en sus rodillas, para luego mirar de manera tierna al pequeño niño quien le había entregado la bonita flor, para finalmente decirle: Muchas gracias cariño, eres todo un caballero para con una dama. Luego atisba a Ryu, le levanta su brazo derecho, y mostrando alegría en su rostro le grita a la distancia: ¡Ryu, trae ese alimento para estos niños!. El extremadamente disciplinado y justiciero guerrero japonés hace una mueca sonriendo, y luego se acerca a la mujer con la que estaba en una especie de noviazgo, para compartir con todos los niños que habían rodeado a la bella peleadora Blair Dame el alimento que había adquirido hace un momento en un puesto de frutas. Esa tarde, Blair Dame, enriqueció su espíritu, con esa palabra llamada… caridad.  

Continuara en una próxima Historia…
capc

         
Historias de Blair Dame – Historia#3 : “La Guerrera Caritativa”  Blair_31

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