Historia de Raquel – *La Ninja Americana* #13 : “Mi Hijo se Llama Terry”
Autor: capc
1.- Cabe señalar que esta es una historia que no está dentro del canon oficial de un personaje de la desaparecida franquicia Martial Champion (Campeón Marcial) de Konami, y en donde también menciono a un icónico personaje de la popular franquicia de Fatal Fury y de The King of Fighters de la SNK.
2.- Todos los derechos reservados y demás pertenece(n) a la(s) compañía(s)/persona(s) que crearon a los personajes, imágenes y demás que se mencionan, muestran en estas historias creadas por mi persona.
3.- Son historias que comparto sin fines de lucro, solo para mostrarles mi arte a las personas que admiran este mundo de las luchas de personajes de videojuegos de peleas.
Historia de Raquel – *La Ninja Americana* #13 : “Mi Hijo se Llama Terry”
I
La historia se da en la ciudad de Florida, EE.UU. Una mujer de rubios y largos cabellos y ojos azules como el zafiro entra a una habitación y se dirige hacia la cama en donde se encontraba su hijo. Buenos días cariño, ¿cómo amaneció el cumpleañero?. ¡Buenos días Má! ¿Ya se despertó pá?. Si cariño, hace un momento se despertó y me dijo… De pronto el pequeño de cabellos rubios y ojos celestes que ese día había cumplido cinco años de vida, se levanta rápidamente de la cama, y sale presuroso de su habitación hacia donde se encontraba su padre, Terry Bogard. La bella mujer de los pantalones de vaquero azul y camiseta blanca, mira un poco desconcertada la actitud de su pequeño hijo, para luego esbozar una sonrisa con sus pensamientos en el hombre con el cual se había casado en la Iglesia. El niño entra a la habitación de sus padres en donde se encontraba el campeón de las artes marciales, ejercitándose un poco en una moderna máquina para trabajar los pies, y luego le dice al hombre del bividí blanco: ¡Pá! Lo que me prometiste. El corpulento hombre de los pantalones cortos de colores negro con rojo esboza una sonrisa mientras ve a su pequeño hijo al lado de la máquina para hacer ejercicios, y luego le dice: ¡Ah! Buenos días campeón… ¿Qué te había prometido?. El niño hace pucheros con los labios con el ceño fruncido, y le dice: Me prometiste que jugarías conmigo todo el tiempo que quiera a los video juegos, y que luego con Má me llevarías al parque de diversiones… ¡Lo prometiste Pá!.
II
Terry hace una mueca sonriendo, para luego decirle: Solo bromeaba campeón, ¿cómo crees que se me va a olvidar la promesa que te hice ayer?… De acuerdo, después del desayuno vamos a la sala de juegos a jugar todo el tiempo que quieras, y luego con tu madre iremos al parque de diversiones… palabra de Terry Bogard. El extremadamente poderoso guerrero norteamericano aprieta un botón para apagar la máquina de ejercicios, luego mira al pequeño niño de los cabellos rubios y ojos celestes, y le dice: Ahora, vayamos a lavarnos los dientes, ¿Ok?. - ¡Ajá! ¡Vamos pá! – le dijo el niño de pijama celeste con gráficos de un popular fontanero de una importante franquicia de video juegos. Antes de salir de la habitación, entran al cuarto los dos perros tipo lobo de ojos celestes que tenían Terry y Racheal. Terry se hinca y le acaricia la cabeza a su perro macho de raza husky siberiano. Raquel se asoma en la habitación y ve la tierna escena, mientras su perra de celestes ojos ponía ambas patas delanteras en su torneada pierna derecha de la mujer de los largos cabellos rubios. Ella le dice a su esposo y a su hijo: Ustedes dos vayan a asearse ahora mismo, yo me ocupare de las mascotas, ¿Ok?. Ella mira con alegría a ambos varones abandonar la habitación, mientras sentía el cariño que le hacían ambos amigables animales en sus piernas. Luego Raquel les dice a los dos perros: Síganme perritos… vamos a la cocina. Después de asearse ambos, ahora se encontraban padre e hijo en la sala del comedor esperando el desayuno que les traería la mujer que en su juventud fue entrenada con las artes marciales del ninjitsu, y que se encontraba retirada desde algunos años de la participación de los torneos de artes marciales. Y ahí salía ella de la cocina… la bella mujer estaba con un poco más de cuarenta años de edad, tenía dos hijos fruto del amor con su esposo, Terry Bogard, y lucía un cuerpo perfecto. Después de repartir el desayuno en la mesa, la mujer de las grandes caderas se sienta a la mano izquierda de su varón, y después de agradecer a los cielos por el alimento bueno de las mañanas, se disponen a ingerir su saludable desayuno.
III
Una de las criadas confiables que tenían trabajando en la espaciosa casa se le acerca a Racheal, y le dice: Disculpe Señora, la niña no deja de llorar. Raquel quien ya estaba por terminar su desayuno le dice a la sirvienta: Gracias “Dorothy”, iré a ver que quiere. Luego la mujer de los jeans azules y blanco calzado se pasa la servilleta por los labios, para luego excusarse, y dirigirse a la habitación de su pequeña hija. Ambos varones de las cabezas doradas beben al unísono de su vaso de leche, la cual tenía polvos proteínicos que le ponía Raquel en el lácteo, terminando al mismo tiempo sus respectivos vasos de leche. Luego Terry le dice a su hijo: Vamos campeón, al salón de juegos. - ¡Super! ¡Vamos allá Pá! – le dijo su pequeño hijo el cual estaba muy feliz ese día. En la habitación en cuyas paredes se veía un sutil color rosado, estaba la exuberante mujer de los grandes ojos azules quien estaba sentada en un cómodo sillón cama dándole de lactar a su pequeña “Zafira”, quien tenía dos añitos de vida. La pequeña niña de los rubios cabellos y azules ojos bebía del generoso pecho derecho de la esposa de la leyenda de las artes marciales, Terry Bogard. Raquel tarareaba una canción de cuna a su bebita, mientras la alimentaba con su pecho. La bella mujer de la blanca piel quien unos años atrás sufrió persecución y daño psicológico por parte de unos malos hombres que querían deshonrarla y denigrarla como mujer, ahora había encontrado el paraíso en el hombre que la liberó totalmente de su jaula, acabando su esposo con el cruel y poderoso artemarcialista Gokunk, esto, un tiempo atrás en el mismo Japón.
IV
Ambos familiares consanguíneos de los cabellos color del trigo ya se encontraban en el lugar favorito de Terry Bogard, el cual era para él como un templo de entretenimiento. Dentro de la sala de entretenimiento la cual quedaba ubicada en la tercera planta de la casa, se podía ver una maquina arcade, una mesa de billar de tela verde, una colorida rocola, un mini bar, un espacio para el karaoke, cómodos y coloridos muebles, una mesa para jugar juegos de mesa, un pequeño aro de metal para encestar, una maquina pinball, un tablero de dardos de colores negro, blanco y rojo el cual era el favorito de Andy y de Mai, una maquina dispensadora de golosinas y otra de todo tipo de bebidas heladas, una maquina electrónica para hacer vencidas con el brazo la cual era la favorita de Terry, en fin… Un lugar muy agradable de visitar, que se encontraba ubicado dentro del hogar de los hermanos Bogard, esto, en el estado de Florida, EE.UU. Terry coloca el cartucho en la consola del videojuego que van a jugar, y ambos se sientan en el cómodo sillón de pelaje azul, con los mandos de la consola en sus manos, y preparándose para jugar un juego infantil que no era de artes marciales. Terry Bogard guardaba mucha felicidad en su alma, ya que no era lo mismo criar al hijo del sujeto que le dio muerte a su padre adoptivo, que el hijo que tuvo de su semilla, fruto del amor entre Raquel y él, esto por el año dos mil cinco. La exuberante mujer de los grandes ojos azules despues de haberle dado de comer a su pequeña hija y tarareado canciones de cuna, la lleva cargando en sus brazos, para luego colocarla sutilmente dentro de su cuna de colores rosado. Racheal la deja arropadita a la pequeña Zafira, mientras la miraba con ternura, para luego salir de la habitación de la niña, para finalmente la bella mujer del exuberante busto dirigirse a la cocina.
V
Habían pasado varias horas desde que Terry y su hijo se encontraban en la mencionada sala de entretenimiento. La bella Raquel entra al agradable lugar, pasa sus brazos por el cuello de su esposo, con sus grandes pechos presionando agradablemente su espalda, y le dice: Ya es hora de comer, mi buen lobo. ¡Ah! Gracias amor. Terry le pone pausa al juego, mira a su pequeño hijo que tenía sentado a su mano izquierda, y le dice; ¿Qué te parece si lo dejamos para otra ocasión campeón?… tu mamá ha preparado tu comida favorita. - ¡Super! ¡Vamos allá Pá! – le dijo el pequeño Bogard, entusiasmado. Ya estando en la mesa del comedor, la buena mujer de los pantalones de vaquero le sirve un plato de alimento a su hijo el cual consistía en ravioles de carne con puré de papas, y le dice: Aquí tienes cariño (honey). El pequeño de los pantalones cortos de colores beige, se emociona al ver su plato de comida favorito, y hace algo que molesta un poco a su buena madre del calzado blanco. - ¡Terry! Espera que tu padre de gracias por el alimento antes de comer, ¿Ok? – le dijo la bella Raquel al pequeño Bogard. Después que el hombre de los cabellos rubios recortados diera gracias a Dios por el alimento que se encuentra en la mesa, empiezan los tres miembros de la familia Bogard Kelsey a ingerir el rico alimento preparado por las honradas manos de la ex campeona de las artes marciales, Raquel Kelsey.
VI
Después de ingerir el alimento de las tardes, ahora los tres miembros de la familia Bogard Kelsey se encontraban en el sillón de pelaje azul de la bien decorada sala, en donde se oía una suave y melodiosa música de fondo escogida por la esposa de la leyenda de South Town. - ¡Super! ¡Gracias Pá! ¡Eres el mejor papá del mundo! – le dijo con mucha alegría el pequeño Terry después de escuchar que su padre lo llevaría con Racheal a visitar el parque de diversiones. - Bien, voy a preparar a mi amigo de campañas, nos vemos allá – les dijo Terry quien luego le besa la frente a su mujer, para luego salir de la amoblada sala. - Mi buena Dorothy, nos vamos a ausentar un momento, cuídamela bien a Zafirita, ¿Ok?. - Pierda cuidado Señora Raquel y salga a divertirse con su esposo y con su hijo, que yo cuidare muy bien a Zafirita – dijo la regordeta mujer de los negros cabellos quien era de mucha confianza para Racheal, y a quien se le había encargado cuidar a la pequeña de dos años de vida, quien estaba un poco resfriada. Luego de unos minutos Raquel y el pequeño Terry se acercan hacia donde estaba el campeón artemarcialista revisando su lujosa motocicleta en donde se veían cromados en los rines del vehículo motorizado, y la cual estaba pintada de los colores patrios de su país. Racheal le acerca a su esposo su chamarra marrón en donde se veía una gran estrella blanca en la parte de atrás de la casaca de cuero. Ella vestía su casaca blue jeans, una blusa blanca y unos pantalones de vaqueros ceñidos a la piel de colores celestes. El pequeño Terry yacía dentro de la cabina acoplada en la parte izquierda del vehículo con su cinturón de seguridad bien puesto, y con un pequeño casco que se lo había colocado su bella madre, quien se encontraba sentada a la espalda de su varón de los cabellos rubios recortados y fino calzado de cuero color castaño. - Muy bien familia, parque de diversiones, allá vamos – les dijo el cabeza de la familia Bogard Kelsey, para luego emprender marcha hacia el paraíso de los pequeños niños… y adultos.
VII
El vehículo motorizado conducido por el campeón artemarcialista llega al bien concurrido parque de atracciones infantiles. - Ve a comprar las entradas, yo voy a dejar a mi buen amigo en un lugar seguro y luego les doy el alcance, ¿Ok? – le dijo Terry a su buena y bella esposa, quien tenía en su mano derecha la pequeña mano izquierda de su pequeño hijo. - No te demores amor, ¿Ok? – le dijo la mujer de los grandes ojos como los zafiros quien se dirige a la boletería con su menor hijo. Ella ahora se encontraba en la cola de personas para buscar comprar las tres entradas para poder ingresar al agradable y enorme parque de diversiones. Detrás de la mujer de las grandes caderas había un hombre afroamericano que le estaba haciendo saber con sonidos obscenos que hacía con los labios que… le gustaba su cuerpo. Ella lo ignora al sujeto alto de piel del color del ébano quien le estaba faltando al respeto, y le dice a su hijo que no voltee a ver al sujeto, esperando que su esposo lo ponga en su lugar. En eso, aparece el hombre que derrotó un tiempo atrás allá en Japón al peligroso criminal y experto artemarcialista, Gokunk, liberándola así de manera definitiva a su bella y buena esposa de la persecución que sufrió en el pasado por parte de ninjas subversivos. ¿Se puede saber cuál es su problema?, ese trasero que estas acosando es de mi mujer, así que discúlpate ahora mismo, o tendré que enseñarte una buena lección para que no andes molestando a mujeres casadas, patán. ¿Qué te pasa amigo?, este es un país libre, y yo miro y piropeo a la mujer que quiera. En eso, el espigado hombre de los negros ojos reconoce al corpulento hombre del metro ochenta y dos centímetros de estatura que tenía en frente, y le empieza a recorrer en su alma admiración y a la vez… miedo. - ¡Vamos! Discúlpate ahora mismo de mi mujer – le dijo Terry con mirada adusta. El hombre de los pantalones de vaquero azul y camiseta amarilla se arrodilla ante Racheal, y le suplica que lo perdone. - Eso está mejor… ten más cuidado… se mira, pero no se toca, ¿Ok? – le dijo Terry Bogard con mirada adusta. Ella ve alejarse al espigado sujeto de la oscura piel, y luego le dice a su varón: Dirás que se mira, pero no se le acosa. El pequeño Terry sonríe por la ocurrencia de su madre.
VIII
Ya se mostraba el ocaso del día, y la motocicleta de colores rojo y azul llega al Dojo Shiranui-Ryuu. La bella mujer de las bien torneadas piernas ahora estaba en la sala principal, después de haber ido a ver como se encontraba su menor hija, Zafira. - Prepárate Terry, que vas a soplar tu velita por tus cinco añitos de vida… ya regreso con la torta cariño – dijo la exuberante mujer de los largos cabellos dorados quien se dirige a la cocina por la torta que preparó en la mañana. La buena Dorothy la ayuda a Raquel a decorar la sala con coloridos globos en donde se veía el nombre de su pequeño hijo, y de serpentinas de colores que hacían más agradable la fiesta de cumpleaños. Mientras que Terry colocaba la piñata que luego sería rota por el garrote de plástico que utilizaría su pequeño hijo, Racheal ponía músicas infantiles para la ocasión en su moderno equipo de música. Era el día más feliz del pequeño de los celestes ojos, quien ya estaba listo para soplar la vela en forma de número cinco. - Pide un deseo amor – le dijo su bella madre quien estaba inclinada, con su rostro muy cerca al de su pequeño hijo, y quien llevaba un sombrerito de cartón en su dorada cabellera. - Aquí tienes tu regalo campeón – le dijo su padre quien le entrega al pequeño niño una caja de cartón la cual había sido envuelta con papel de regalo por su bella y buena madre. - ¡Wow! Tu gorra favorita… ¡Gracias Pá! – le dijo el niño quien tomaba con sus dos pequeñas manos la gorra roja con metal en donde se veía el nombre del equipo de luchas de su padre, gravado en el metal. - Mi querido Terry, aquí tienes tu torta – le dijo la mujer de las grandes caderas quien le entrega un plato de plástico con un trozo de torta que preparó con sus honradas manos, al pequeño “Terry Bogard Kelsey”, quien ese día había cumplido cinco años de vida.
Continuara en una Próxima Historia…
capc
Enlace del blog de capc para leer la Historia.
https://la-hermosa-kunoichi-mai-shiranui.blogspot.com/2020/06/historia-de-raquel-la-ninja-americana.html